¿Que ropa me pongo para una caminata de montaña? ¿y si es por bosques?
¿y si es un sendero litoral o una ruta urbana?
¿que calzado es mas apropiado? ¿me pongo botas de senderismo para cualquier ocasión?
¿ha de ser alguna marca en especial?
A la hora de iniciarnos en el senderismo o en las excursiones por la naturaleza nos asaltan algunas dudas sobre cómo hemos de ir vestidos y calzados. Y muchas veces, por no preguntar y parecer novato, nos presentamos vestidos y calzados de forma inadecuada, consiguiendo con ello pasar frío o calor, sudar más, o provocarnos ampollas y rozaduras.
Basado en mi experiencia, esto es lo que os puedo aconsejar:
ROPA
ha de ser siempre cómoda y holgada, nada de prendas que casi no nos abrochan y nos harán ir mas apretados que un espárrago en un manojo.
Cuando las caminatas sean de montaña y comiencen temprano, tendremos que prepararnos para pasar frío al menos la primera hora del camino. Hay que informarse la noche antes de las previsiones de temperatura para llevar la ropa adecuada.
pantalones - no hay por qué andar comprando pantalones de explorador de montaña, se puede ir en vaqueros si son holgados y permiten movernos con soltura. La prenda mas cómoda para caminar es el pantalón de chandal, fino si es época de calor, algo mas grueso si es época de frío. Para el verano se pueden llevar pantalones cortos, pero recordando siempre que si el camino tiene mucho matorral y es estrecho, saldremos totalmente arañados, y si hay ortigas...ya sabemos el resultado.
calcetines - cuanto más gordos no significa precisamente más protección, al contrario, pueden hacernos sudar los pies e incluso retener ese sudor, provocando una humedad nada buena para el pie. Demasiado finos puede, dependiendo de la duración y suelo de la caminata, provocarnos auténticos desastres. Por tanto, siempre hay que escoger el calcetín en función de la duración+tipo de suelo+clima. Los finos yo los dejaría para caminatas veraniegas de pocos kilómetros, algo mas gruesos para las de primavera y otoño, y los gordos para las caminatas de invierno en días fríos y con botas.
camisetas - yo aconsejo comprar exclusivamente para las excursiones unas camisetas que venden por 5 o 6 euros en las grandes tiendas de deportes y que permiten que transpire el sudor. Yo las empecé a usar en uno de mis caminos de Santiago y cuando las tienes muy sudadas la sensación de 'mojado' es mucho menor que con una camiseta cualquiera. Las puedes tener en un cajón del armario reservadas únicamente para usarlas en caminatas. Duran mucho.
chaquetas, chaquetones, chubasqueros - yo siempre digo que el chandal es la prenda más cómoda y útil para las excursiones, del pantalón ya hemos hablado, y de chaqueta del chándal tengo que decir que al llevar cremallera hasta abajo, nos permite ir ventilando nuestro cuerpo a medida que caminamos: que estamos mas sofocados, la bajamos un poco, que ya no tenemos tanto calor, la subimos. Aparte de esta chaqueta, si el clima va a ser frío debemos llevar un chaquetón que nos proteja, pero que permita movernos cómodamente, no que limite los movimientos o nos haga parecer un muñeco Michelin.
En cuanto a los chubasqueros, no se deben llevar 'porsi', sino porque el tiempo haya dado posibilidad de lluvia. Los hay finos y con poco peso, ideales para llevarlos sin que estorben ni pesen.
Resumiendo: yo en la mayoría de caminos que hago desde octubre a mayo llevo una camiseta transpirable, y el pantalón y chaqueta de chándal (de los que tienen aspecto brillante y son finos, los gordos o con felpa por dentro me dan mucho calor incluso en invierno y me agobian, pero es que yo soy un hornito...). Sólo si la vamos a hacer por el Pirineo o pre-Pirineo me llevo el chaquetón.
CALZADO
Consejo primordial:
JAMÁS ESTRENES CALZADO EN UN SENDERO.
Has de usarlo días antes para hacer paseos cortos por tu barrio, por algún parque cercano, para que tu pie se adapte a él en circunstancias normales, no en una caminata de montaña. Si estrenas calzado en una caminata, la experiencia puede ser realmente pésima.
No hay que dejarse llevar por marcas, ni porque ''fulanito me dijo que le fue muy bien'', dado que cada pie es único y corresponde a una persona única...no se puede trasladar el éxito del calzado de otro al nuestro.
A mi me metieron en la cabeza para el primer camino de Santiago que las mejores botas eran las Chiruca, me compré unas y fueron la condena de mis piés. Sin embargo luego me las he comprado baratas de marca blanca de tienda de deportes, y me han salido geniales, son mi segunda piel y mis pies hacen la ola de felicidad cada vez que se las ponen.
No hay que ponerse las botas para cualquier caminata, es un error bastante típico.
Para hacer senderismo y excursiones hay variedad de calzados: zapatos de deporte, de trekking o senderismo, botas bajas y botas altas.
Igual que con la ropa, siempre hay que determinar el calzado en función del camino que vamos a hacer y el clima, pero con mas interés que ninguno en el tipo de suelo (rocoso, arenoso, fangoso, hierba, asfalto, etc).
Caminatas urbanas: da igual la época del año en que se hagan, lo ideal es un buen zapato de deporte cuya suela sea capaz de absorber el impacto del talón contra el asfalto, y calcetín fino.
Caminatas 'de campo': son los senderos que se hacen por las afueras de los pueblos, normalmente por carriles de tierra. Igualmente lo ideal es el zapato de deporte, y sólo si ha llovido deberemos usar (en previsión de charcos o barro) unas botas que tengan tejido 'gore tex' (transpira pero no entra el agua). Calcetín medio grueso.
Senderos litorales en verano: caminos bordeando las calas y playas, normalmente van por suelo rocoso y a veces de grava e incluso de hormigón. Unas 'semibotas' (por el tobillo y mas finas que una bota) o un buen zapato de deporte son suficientes. Las sandalias, ni locos. Calcetín fino.
Senderos de montaña en verano: por el tipo de suelo deberíamos usar bota, pero por el calor no, por lo tanto mejor una semibota o un zapato de deporte muy bueno con suela que absorba los golpes. Calcetín medio grueso si la caminata es larga (mas de 6kms), fino si es corta.
Senderos de montaña de octubre a mayo: es imprescindible preguntar al organizador si son senderos de tierra o de roca, porque de ello dependerá el calzado. Yo recomiendo siempre la bota y calcetín grueso, a menos que haga calor.
ATENCIÓN
si el tiempo da la posibilidad de lluvia y nuestros zapatos o botas no tienen tejido gore tex, sería bueno llevar en la mochila un par de calcetines extra, para que si luego al final de la excursión nos hemos mojado los pies, podamos al menos ponernos unos calcetines secos antes de subir al tren y amortiguar la humedad un poco.
domingo, 20 de octubre de 2013
RUTA URBANA POR LOS PARQUES Y BARRIOS DEL OESTE DE BCN
Inicio: Plaza María Cristina (Les Corts)
Llegada: Plaza Francesc Macià (Les Corts)
Resumen:
Caminata por ciudad, por barrios con poco tráfico en domingo, y pasando por 10 parques y jardines, muchos de ellos poco conocidos. Se hace con ropa cómoda y zapato deportivo.
Cómo llegamos:
Plaza María Cristina, al pie de los rascacielos de La Caixa. (Metro L3, TramBaix, bus)
Longitud: 7,4kms (hasta el Parque de Monterols), 8,7kms si se termina en Turó Park. Hay cuestas, y algunos parques son muy empinados, por lo que nos cansaremos bastante, es dificultad media.
Duración: unas 2,5 - 3 horas, contando con ver los parques con tranquilidad y descansar en alguno.
Orografía de la ruta y particularidades: muchas cuestas, algunas como la subida al parque del Castell de l'Oreneta son duras, muy cansadas.
Paisaje: ciudad, pero pasando por barrios de clase alta con gran profusión de jardines, y por muchos parques. Parte del recorrido es por los antiguos pueblos de Sarrià y Sant Gervasi. Vistas a Collserola y resto de la ciudad.
Construcciones: se pasa por muchos palacetes y edificios destacados, es bueno llevar cámara.
Servicios: todo tipo de establecimientos y cafés.
¡Arreando!:
pasamos en primer lugar por los jardines de Villa Amelia y de Villa Cecilia, hoy dos diferentes pero que llegaron a ser uno solo: han sido cortados por la mitad para crear una calle y se perdió el palacio Villa Amelia para especular con pisos.
Afortunadamente sobreviven muchos árboles centenarios en los dos y el palacio de Eduardo Conde (Villa Cecilia), hoy centro cívico.
Seguimos subiendo ya el barrio de Pedralbes hasta encontrar el gran parque del Castell de l'Oreneta, uno de los más salvajes, boscosos y descuidados de Barcelona. Se trata de la unión de dos antiguas fincas forestales y agrícolas (quedan restos de construcciones relacionadas) que conservan casi totalmente su bosque mediterráneo original.
Además guarda sorpresas como unos ponis para que los niños paseen en ellos y unos trenes en los que montarse toda la familia.
A punto estuvo de construirse un hospital de la Cruz Roja en este bosque pero el ayuntamiento lo compró.
El parque debe su nombre a los restos de un pequeño castillo-palacio de 1910 destruido en la Guerra Civil, desde cuyo tejado se tienen bonitas vistas.
Luego continuamos hasta los jardines del Doctor Roig y Raventós, para descubrir que 3/4 partes de ellos han sido totalmente arrasadas para hacer un parking subterráneo y sigue siendo una explanada sin recuperar sobre el mismo. Los jardines solo ocupan ya un rinconcito. Una pena.
La siguiente parada fueron los Jardines de Can Altamira, muy pequeñitos, pero recuerdo del típico jardín burgués barcelonés, frondoso y con elementos arquitectónicos destacables. Conserva un par de puentes (uno de piedra, otro colgante) y la sorpresa de la sala 'hipóstila', una sorprendente sala abovedada (en estado de abandono) con columnas neorrománicas.
Este parque tuvo una extensión mucho mayor, y un sistema de grutas subterráneas a las que se entraba por esta sala, pero tras donarlo su propietario a las misioneras de la Concepción se lo cargaron levantando un enorme colegio y el ayuntamiento terminó de destrozarlo abriendo dos calles alrededor.
Siguiendo por el camino del pueblo de Sarrià al pueblo de Sant Gervasi encontramos ya junto al tranvía del Tibidabo los Jardines de la Tamarita.
Oh señor qué gozada para los sentidos.
Se trata, a mi juicio, de uno de los mejores parquecitos de Barcelona. ¿Cómo puede ser que un espacio tan pequeño esté tan bien creado que te de la sensación de ser un parque mucho mayor?.
Estos deliciosos jardines de inspiración andalusí (el agua siempre presente) e inglesa (parterres) fueron uno de los primeros trabajos del paisajista Rubió i Tudurí, y constituyen uno de los mejores oasis para olvidarse de que uno está en Barcelona.
Está dividido en parcelitas con fuentes, esculturas, tupidas mallas vegetales, diferentes composiciones, y el antiguo palacio en el centro.
Hay paseítos cuya frondosidad, humedad y aromas nos hacen creer que estamos en otro lugar de montaña.
Este parque también era mucho mayor, como ocurre con todos los privados que se conservan en Barcelona, y en él se alzaban las casas de los hijos de la familia, pero se fueron vendiendo y han quedado fuera del parque.
La ruta que tracé continuaba por los jardines del Turó del Putget, el parque de Manterols y el Turó Park, pero el ascenso al Castell de l'Oreneta me había dejado muy cansado, y lo continuaremos en otra ocasión.
(las fotos fueron tomadas con mi cámara habitual)
Llegada: Plaza Francesc Macià (Les Corts)
Resumen:
Caminata por ciudad, por barrios con poco tráfico en domingo, y pasando por 10 parques y jardines, muchos de ellos poco conocidos. Se hace con ropa cómoda y zapato deportivo.
Cómo llegamos:
Plaza María Cristina, al pie de los rascacielos de La Caixa. (Metro L3, TramBaix, bus)
Longitud: 7,4kms (hasta el Parque de Monterols), 8,7kms si se termina en Turó Park. Hay cuestas, y algunos parques son muy empinados, por lo que nos cansaremos bastante, es dificultad media.
Duración: unas 2,5 - 3 horas, contando con ver los parques con tranquilidad y descansar en alguno.
Orografía de la ruta y particularidades: muchas cuestas, algunas como la subida al parque del Castell de l'Oreneta son duras, muy cansadas.
Paisaje: ciudad, pero pasando por barrios de clase alta con gran profusión de jardines, y por muchos parques. Parte del recorrido es por los antiguos pueblos de Sarrià y Sant Gervasi. Vistas a Collserola y resto de la ciudad.
Construcciones: se pasa por muchos palacetes y edificios destacados, es bueno llevar cámara.
Servicios: todo tipo de establecimientos y cafés.
¡Arreando!:
pasamos en primer lugar por los jardines de Villa Amelia y de Villa Cecilia, hoy dos diferentes pero que llegaron a ser uno solo: han sido cortados por la mitad para crear una calle y se perdió el palacio Villa Amelia para especular con pisos.
Afortunadamente sobreviven muchos árboles centenarios en los dos y el palacio de Eduardo Conde (Villa Cecilia), hoy centro cívico.
Seguimos subiendo ya el barrio de Pedralbes hasta encontrar el gran parque del Castell de l'Oreneta, uno de los más salvajes, boscosos y descuidados de Barcelona. Se trata de la unión de dos antiguas fincas forestales y agrícolas (quedan restos de construcciones relacionadas) que conservan casi totalmente su bosque mediterráneo original.
Además guarda sorpresas como unos ponis para que los niños paseen en ellos y unos trenes en los que montarse toda la familia.
A punto estuvo de construirse un hospital de la Cruz Roja en este bosque pero el ayuntamiento lo compró.
El parque debe su nombre a los restos de un pequeño castillo-palacio de 1910 destruido en la Guerra Civil, desde cuyo tejado se tienen bonitas vistas.
Siguiendo por la zona alta llegamos al parque de Joan Raventós. Lo que antes era una riera abandonada llena de escombros y basuras junto al casco antiguo de Sarrià, hoy se ha convertido en un parque que aprovecha el desnivel y el curso de la riera de forma ejemplar, y guarda en su subsuelo un complicado sistema de aljibes para evitar riadas cuando llueve abundantemente.
Luego continuamos hasta los jardines del Doctor Roig y Raventós, para descubrir que 3/4 partes de ellos han sido totalmente arrasadas para hacer un parking subterráneo y sigue siendo una explanada sin recuperar sobre el mismo. Los jardines solo ocupan ya un rinconcito. Una pena.
La siguiente parada fueron los Jardines de Can Altamira, muy pequeñitos, pero recuerdo del típico jardín burgués barcelonés, frondoso y con elementos arquitectónicos destacables. Conserva un par de puentes (uno de piedra, otro colgante) y la sorpresa de la sala 'hipóstila', una sorprendente sala abovedada (en estado de abandono) con columnas neorrománicas.
Este parque tuvo una extensión mucho mayor, y un sistema de grutas subterráneas a las que se entraba por esta sala, pero tras donarlo su propietario a las misioneras de la Concepción se lo cargaron levantando un enorme colegio y el ayuntamiento terminó de destrozarlo abriendo dos calles alrededor.
Siguiendo por el camino del pueblo de Sarrià al pueblo de Sant Gervasi encontramos ya junto al tranvía del Tibidabo los Jardines de la Tamarita.
Oh señor qué gozada para los sentidos.
Se trata, a mi juicio, de uno de los mejores parquecitos de Barcelona. ¿Cómo puede ser que un espacio tan pequeño esté tan bien creado que te de la sensación de ser un parque mucho mayor?.
Estos deliciosos jardines de inspiración andalusí (el agua siempre presente) e inglesa (parterres) fueron uno de los primeros trabajos del paisajista Rubió i Tudurí, y constituyen uno de los mejores oasis para olvidarse de que uno está en Barcelona.
Está dividido en parcelitas con fuentes, esculturas, tupidas mallas vegetales, diferentes composiciones, y el antiguo palacio en el centro.
Hay paseítos cuya frondosidad, humedad y aromas nos hacen creer que estamos en otro lugar de montaña.
Este parque también era mucho mayor, como ocurre con todos los privados que se conservan en Barcelona, y en él se alzaban las casas de los hijos de la familia, pero se fueron vendiendo y han quedado fuera del parque.
La ruta que tracé continuaba por los jardines del Turó del Putget, el parque de Manterols y el Turó Park, pero el ascenso al Castell de l'Oreneta me había dejado muy cansado, y lo continuaremos en otra ocasión.
(las fotos fueron tomadas con mi cámara habitual)
martes, 15 de octubre de 2013
LA MOCHILA (y las provisiones)
Tened en cuenta mis recomendaciones porque son basadas en la experiencia: he hecho 4 caminos de Santiago (el primero de 1.000kms desde Francia), docenas de senderos de mas de 10kms, y cientos de caminatas menores, y la experiencia es un grado.
La mochila:
Es terrible invitar a personas a excursiones de unas pocas horas y verlas presentarse con enormes mochilas dignas de viajes al Tíbet. Si nos basamos en el 'por si acaso' para hacer la mochila, acabamos llevando demasiado peso innecesario.
Conviene además tener un par de mochilas de diferentes tamaños, no es lo mismo una mochila para caminar 20 días a Santiago que para hacerlo 4 horas por un bosque. Podemos encontrar mochilas pequeñas a precios muy económicos en las tiendas mayoristas de deportes.
Las provisiones:
Igualmente ocurre con la comida. Hay gente que se presenta a las caminatas con el doble de comida de la que pueden digerir sus cuerpos, con grandes fiambreras que no caben en la mochila y les obligan a llevarlas en una bolsa todo el tiempo en la mano, o con grandes cantidades de líquidos que luego no ingieren y han de llevarse de vuelta tras cargarlos todo el día.
Las mochilas de esas personas tan 'previsoras' pesan como si llevasen lingotes de plomo, lo cual va a incidir directamente en su cansancio, su rendimiento físico, y va a potenciar las lesiones y hacerles sudar muchísimo más.
Un buen senderista tiene que ser muy práctico a la hora de hacer la mochila:
- antes de ir, pide información al organizador para saber si existe posibilidad de comprar líquidos o provisiones por el camino, y así cargar solo lo imprescindible.
- elige una mochila adecuada al tipo de trayecto (corto, medio, largo).
- planifica qué tipo de alimento llevarás (cuenta también que no se afecte con el calor) y qué envase ocupa menos espacio. Hay fiambreras cilíndricas (Mercadona) que son mucho mas fáciles de llevar en la mochila que las cuadradas o rectangulares (que hay que tumbarlas para que quepan, con el consiguiente peligro de que salgan líquidos).
- calcula qué cantidad de líquidos sueles ingerir en días de gran esfuerzo físico. Si no bebes mucho puedes optar por una botella de medio litro, o de 750 (que las hay) en vez de la incomodidad de una grande.
Imprescindibles en la mochila (recomiendo que no falten, sea cual sea la ruta):
Alimentos aparte de tu comida:
- plátano (evita calambres y mejora el rendimiento muscular)
- frutos secos duros NO SALADOS (nueces o almendras) y blandos (higos secos o dátiles), por su aporte extra de energía (puedes llevar una fiambrera pequeñita con todo mezclado)
- chocolate de más de 50% de cacao (evidentemente con calor es mejor no llevarlo)
- un total de líquido de mínimo 1l y máximo 2l (incluyendo agua, zumos, etc)
- una o dos piezas de fruta con alto contenido en agua (naranja, pera, manzana, kiwi)
Útiles:
- una bolsa vacía para basura (cualquiera de supermercado)
- un paquete de pañuelos de papel (sirve también de servilleta)
- una navaja multiusos tipo suiza (imagínate que llevas queso y debes cortarlo, o que te enganchas en una rama, o que no se abre un paquete de algo, o que llevas una lata y has olvidado abridor), la venden barata en los chinos y te sacan de mil apuros.
- lápiz labial de cacao
- móvil (en silencio)
- un tarrito spray pequeño (de los bazares chinos) relleno de tu protector solar
- una bolsita minúscula con un botiquín personal que esté formado sólo por un par de tiritas, un par de gasas, un tarrito de mercurio y una pomada para picaduras)
Todos estos útiles no ocupan nada de espacio y pueden ir en un bolsillo exterior de la mochila.
Hay que aprender a minimizar.
LA HIGIENE
¿Eres una persona aséptica? quédate en casa.
Hay personas que en medio de una excursión campestre sacan un gel higienizante para manos, unas toallitas desinfectantes, e incluso un repelente para insectos. Y hay personas que ven una avispa a 5 metros y echan a correr por el campo. ¿Qué entienden por naturaleza?
En el medio natural vamos a encontrar insectos de todo tipo, nos vamos a ensuciar las manos pero no cogeremos infecciones, y por supuesto nos sentaremos sobre la hierba o la arena sin ningún pudor. Quizá nos suba alguna hormiguita por el pantalón, pero no nos devorará en cuestión de segundos.
Ya tenemos nuestras desinfectadas casas para no sentir la presencia de animalitos, pero el campo es el campo.
Si tenemos ese nivel enfermizo de higiene y desinfección, no estamos preparados para disfrutar del medio natural y nos vendría mejor una excursión a Marbella o Benidorm.
La ducha:
sea la época del año que sea, conviene presentarse duchadito a cualquier caminata, por mucho frío que haga y por el bien del resto de participantes. No es lo mismo sudar un cuerpo limpio que uno que no se ducha desde hace varios días. Se puede ir dejando un 'reguero' pestilente mientras se camina y lo van oliendo los compañeros que van detrás, a juicio de los cuales pasaremos por auténticos marranos.
El perfume:
Lo aconsejo y lo ruego encarecidamente: No ir jamás perfumado a ninguna excursión ni caminata.
Aparte de que los perfumes tienen sustancias químicas que al sol pueden reaccionar sobre nuestra piel, producen efectos no deseados en los insectos y animales.
Un perfume puede atraer abejas, moscas, mosquitos, o incluso pequeños animales, y no sólo atraerlos, sino que una vez que nuestro olor los ha acercado a nosotros es prácticamente imposible que se vayan, porque lo siguen percibiendo. He visto la situación de una chica que iba perfumada y se puso histérica porque había atraído a una avispa y no hubo forma durante minutos y minutos de quitársela de encima.
El perfume lo dejamos para otras ocasiones, no pinta nada en un día de naturaleza.
sábado, 12 de octubre de 2013
CAMINATA SENCILLA Y FRONDOSA DESDE CERDANYOLA HASTA BARCELONA (DE PARQUE A PARQUE)
SENDERO PARQUE DE CANALETES (Cerdanyola) - PARQUE DEL LABERINTO DE HORTA (Bcn)
(unión que hice en google maps de tres senderos diferentes del que solo el primero está señalizado)
Resumen:
un sendero ascendente, frondoso y húmedo, por amplios carriles primero y sendas estrechas después. Es relativamente corto, bastante fácil, y muy recomendable.
Cómo llegamos:
Cercanías R4 Renfe dirección Terrassa, billete a Cerdanyola (2 zonas), nos bajamos en Cerdanyola del Vallès
Cómo encontramos el sendero:
saliendo de la estación se sigue de frente la Avda Primavera y luego el Passeig Horta hasta el final, dado que acaba en el bosque. Una vez pasada la caseta de información y un puentecito sobre la riera, nos recibe el acueducto de Canaletes (conocido como la Puerta de Collserola) que es el inicio del camino.
Longitud:
al no tener gps no pude averiguarla del todo, pero viene siendo entre 6,5 y 8kms.
Duración:
a buen ritmo, tan solo hora y media hasta la cima y luego unos 30 minutos para llegar al parque de Horta, total 2 horas sin contar el descanso. Conviene hacerlo sin prisas y disfrutarlo.
Orografía del sendero y particularidades:
calzadas amplias de tierra, de suave ascenso, cómodas, y sendas mas estrechas y empinadas al final, con alguna subida que requiere cuidado (especialmente si ha llovido). Al final descenso pronunciado por senda conejera pedregosa, donde es fácil tener algún resbalón por piedrecillas sueltas.
Paisaje:
muy frondoso hasta la cima, aire puro intenso, zonas de vegetación muy densa y sombreada. Después de la cima, Barcelona y las laderas peladas, y mas abajo la riera con vegetación densa y húmeda.
Construcciones:
- acueducto de Canaletes (fecha incierta pero quizá s.XVII)
- ermita de Santa Mª de les Feixes (origen 1316 gótica, reconstruida 1784 barroco)
- antigua iglesia de Sant Iscle (románica del X al XII, ya documentada en 995 y que fue parroquia de todos estos campos y bosques durante 800 años (1082-1868) hasta que se trasladó a Sant Martí de Cerdanyola. Está muy restaurada pero conserva la puerta de 1577, aunque las pinturas murales románicas fueron arrancadas de cuajo para llevarlas al Museo Diocesano y al MNAC)
- masía de Can Catá (1723 sobre otra de 1387)
- Palau d'Alfarràs, neoclásico con torre cilíndrica del XIV y el famoso parque del Laberinto (entrada de pago salvo domingos y miércoles))
Servicios:
Cerdanyola es una ciudad muy completa donde tomar café antes de empezar y comprar cualquier cosa, y luego en la cresta de la montaña hallaremos un restaurante muy frecuentado por ciclistas y parejas de alto poder adquisitivo, pero donde podemos comprar refrescos. Abajo nos espera Barcelona.
¡En marcha!:
comenzamos por calzadas amplias y cómodas, muy frecuentadas por vecinos y deportistas, y que conducen a las ermitas de la ciudad. El comienzo es bastante soleado y mas adelante será cuando se convierta en frondoso y sombreado.
Se pasa junto a la ermita de Santa Mª de les Feixes (ver descripción) en un bonito prado.
Después de ella viene un primer desvío a la izda pero nosotros seguimos de frente, siguiendo siempre las señales hacia Can Catá.
Encontraremos la citada masía y en su lado opuesto el bosque del mismo nombre, abierto solamente el 1er y 3er domingo de mes de 10:00 a 17:00 (no lo encontramos abierto al ser sábado).
Seguimos de frente y encontramos también la antigua iglesia de Sant Iscle (ver descripción), en una explanada solo accesible el 3er domingo de mes de 10:00 a 14:00 (igualmente no estaba abierta cuando pasamos).
Mas adelante el camino se divide en dos, y aunque ambos acaban después en el mismo sitio, nosotros optamos por el de la derecha, ascendente.
Mas tarde vemos una indicación de Torrent de Sant Iscle y es por esa senda por la que haremos el ascenso final (muy frondoso y a ratos empinado) hasta la cima.
Por esta zona es fácil ver hongos y setas, pero si no se tiene experiencia es mejor no tentar a la suerte y dejarlos en su sitio.
Es en esta zona donde el ascenso es mas empinado y a medida que nos acercamos a la cumbre el sol va entrando en el camino.
Una vez llegados a la cima, si miramos atrás, podemos ver unas buenas vistas del cinturón metropolitano de Barcelona con Cerdanyola allá abajo y los bosques que hemos caminado a nuestros pies.
En la cima seguimos un rato el carril en dirección Tibidabo y encontramos el restaurante, en el que podemos comer, o un sitio con sombra para sentarnos en la arena a comer el bocata.
En esta zona ya podemos visualizar los primeros barrios montañosos de Barcelona.
Seguimos el camino hasta que se abre a la carretera de Horta-Cerdanyola, la cruzamos con mucho cuidado, y justo enfrente de la segunda casa el quitamiedos se abre para dejar paso a la senda histórica de acceso a Horta. Es pedregosa y empinada, así que la bajaremos sin prisa y con cuidado.
Por ella se llega al frondoso y pequeño valle que se abre desde la fuente de la Marquesa, donde hay una mesa grande de piedra (y vive un ermitaño poco amigo de las visitas ruidosas).
Desde aquí, todo es suave bajada acompañando la riera siempre por el lado derecho por un sendero frondoso y muy húmedo.
Lo recorremos hasta llegar a Horta (pasando junto a un reformatorio) y a su parque del Laberinto, con el Palau d'Alfarràs, que es el fin del camino.
El metro Mundet (L3) está solo a unos pasos dirección Llobregat por la ronda.
(todas las fotos fueron tomadas con mi cámara habitual)
(unión que hice en google maps de tres senderos diferentes del que solo el primero está señalizado)
Resumen:
un sendero ascendente, frondoso y húmedo, por amplios carriles primero y sendas estrechas después. Es relativamente corto, bastante fácil, y muy recomendable.
Cómo llegamos:
Cercanías R4 Renfe dirección Terrassa, billete a Cerdanyola (2 zonas), nos bajamos en Cerdanyola del Vallès
Cómo encontramos el sendero:
saliendo de la estación se sigue de frente la Avda Primavera y luego el Passeig Horta hasta el final, dado que acaba en el bosque. Una vez pasada la caseta de información y un puentecito sobre la riera, nos recibe el acueducto de Canaletes (conocido como la Puerta de Collserola) que es el inicio del camino.
Longitud:
al no tener gps no pude averiguarla del todo, pero viene siendo entre 6,5 y 8kms.
Duración:
a buen ritmo, tan solo hora y media hasta la cima y luego unos 30 minutos para llegar al parque de Horta, total 2 horas sin contar el descanso. Conviene hacerlo sin prisas y disfrutarlo.
Orografía del sendero y particularidades:
calzadas amplias de tierra, de suave ascenso, cómodas, y sendas mas estrechas y empinadas al final, con alguna subida que requiere cuidado (especialmente si ha llovido). Al final descenso pronunciado por senda conejera pedregosa, donde es fácil tener algún resbalón por piedrecillas sueltas.
Paisaje:
muy frondoso hasta la cima, aire puro intenso, zonas de vegetación muy densa y sombreada. Después de la cima, Barcelona y las laderas peladas, y mas abajo la riera con vegetación densa y húmeda.
Construcciones:
- acueducto de Canaletes (fecha incierta pero quizá s.XVII)
- ermita de Santa Mª de les Feixes (origen 1316 gótica, reconstruida 1784 barroco)
- antigua iglesia de Sant Iscle (románica del X al XII, ya documentada en 995 y que fue parroquia de todos estos campos y bosques durante 800 años (1082-1868) hasta que se trasladó a Sant Martí de Cerdanyola. Está muy restaurada pero conserva la puerta de 1577, aunque las pinturas murales románicas fueron arrancadas de cuajo para llevarlas al Museo Diocesano y al MNAC)
- masía de Can Catá (1723 sobre otra de 1387)
- Palau d'Alfarràs, neoclásico con torre cilíndrica del XIV y el famoso parque del Laberinto (entrada de pago salvo domingos y miércoles))
Servicios:
Cerdanyola es una ciudad muy completa donde tomar café antes de empezar y comprar cualquier cosa, y luego en la cresta de la montaña hallaremos un restaurante muy frecuentado por ciclistas y parejas de alto poder adquisitivo, pero donde podemos comprar refrescos. Abajo nos espera Barcelona.
¡En marcha!:
comenzamos por calzadas amplias y cómodas, muy frecuentadas por vecinos y deportistas, y que conducen a las ermitas de la ciudad. El comienzo es bastante soleado y mas adelante será cuando se convierta en frondoso y sombreado.
Se pasa junto a la ermita de Santa Mª de les Feixes (ver descripción) en un bonito prado.
Después de ella viene un primer desvío a la izda pero nosotros seguimos de frente, siguiendo siempre las señales hacia Can Catá.
Encontraremos la citada masía y en su lado opuesto el bosque del mismo nombre, abierto solamente el 1er y 3er domingo de mes de 10:00 a 17:00 (no lo encontramos abierto al ser sábado).
Seguimos de frente y encontramos también la antigua iglesia de Sant Iscle (ver descripción), en una explanada solo accesible el 3er domingo de mes de 10:00 a 14:00 (igualmente no estaba abierta cuando pasamos).
Mas adelante el camino se divide en dos, y aunque ambos acaban después en el mismo sitio, nosotros optamos por el de la derecha, ascendente.
Mas tarde vemos una indicación de Torrent de Sant Iscle y es por esa senda por la que haremos el ascenso final (muy frondoso y a ratos empinado) hasta la cima.
Por esta zona es fácil ver hongos y setas, pero si no se tiene experiencia es mejor no tentar a la suerte y dejarlos en su sitio.
Es en esta zona donde el ascenso es mas empinado y a medida que nos acercamos a la cumbre el sol va entrando en el camino.
Una vez llegados a la cima, si miramos atrás, podemos ver unas buenas vistas del cinturón metropolitano de Barcelona con Cerdanyola allá abajo y los bosques que hemos caminado a nuestros pies.
En la cima seguimos un rato el carril en dirección Tibidabo y encontramos el restaurante, en el que podemos comer, o un sitio con sombra para sentarnos en la arena a comer el bocata.
En esta zona ya podemos visualizar los primeros barrios montañosos de Barcelona.
Seguimos el camino hasta que se abre a la carretera de Horta-Cerdanyola, la cruzamos con mucho cuidado, y justo enfrente de la segunda casa el quitamiedos se abre para dejar paso a la senda histórica de acceso a Horta. Es pedregosa y empinada, así que la bajaremos sin prisa y con cuidado.
Por ella se llega al frondoso y pequeño valle que se abre desde la fuente de la Marquesa, donde hay una mesa grande de piedra (y vive un ermitaño poco amigo de las visitas ruidosas).
Desde aquí, todo es suave bajada acompañando la riera siempre por el lado derecho por un sendero frondoso y muy húmedo.
Lo recorremos hasta llegar a Horta (pasando junto a un reformatorio) y a su parque del Laberinto, con el Palau d'Alfarràs, que es el fin del camino.
El metro Mundet (L3) está solo a unos pasos dirección Llobregat por la ronda.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)